Te explicaré por qué estás leyendo mi columna. Estás aquí porque sabes que algo no funciona en nuestra sociedad, aunque lo que sabes no lo sabes explicar, pero lo sientes. Lo ves todos los días en tu comunidad: mujeres y hombres indígenas migran a las ciudades para terminar pidiendo dinero en las esquinas, niños limpiando parabrisas por una moneda, salarios de miseria en el clúster automotriz y violencia en todos lados. ¿Sabes de lo que te estoy hablando? Algo no funciona en el mundo. No sabes lo que es, pero ahí está clavado en tu mente y te está trastornando. La respuesta es: un modelo económico que solo sirve a unos cuantos privilegiados.
Hoy te propongo un sistema que busca un modo diferente y solidario de hacer economía en lograr la transformación social a través del empleo. La Economía Social y Solidaria (ESS) es la alternativa y las cooperativas de ahorro y préstamo lo hacen en México desde 1951.
Lee esta historia. “El día de hoy llegó algo que hace muchos años he esperado, un carrito de perros (Hot Dogs). Gracias a mi caja popular por haberme prestado el dinero, ahorita a trabajar para pagarlo, les comparto un poquito de mi alegría”. La señora Isabel, oriunda de una comunidad rural de Yucatán, publica en su cuenta de Facebook un instante de su vida; en la foto que subió, el carrito luce nuevo, de acero inoxidable y listo para ponerlo en acción. Florencio Eguía Villaseñor, fundador del movimiento cooperativo de ahorro y préstamo, me decía que el trabajo era el mejor medio para escapar de la pobreza y el crédito cooperativo un “empujón” de capital para sus socios. Las cajas populares administran los ahorros de sus asociados, los créditos que otorgan son el dinero de los socios de la cooperativa. La señora Isabel sabe que el dinero que le presta su caja lo debe pagar y no quedar mal. Es un compromiso con todos ellos.
Las organizaciones de la Economía Social y Solidaria ayudan a mejorar la sociedad mediante la creación de empleo, prestación de servicios, vinculación a la región, apoyo a causas sociales, promoción del comercio justo, financiación de iniciativas de solidaridad y colaboración con movimientos sociales de cambio.
La Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible cuenta con 17 Objetivos (ODS) que incluyen desde la eliminación de la pobreza hasta el combate al cambio climático, la educación, la igualdad de la mujer, la defensa del nuestro ecosistema o el diseño de mejores ciudades. La pandemia de COVID-19 pone en riesgo los avances y la recuperación de la crisis económica desatada será larga y lenta. Debemos prepararnos para una recuperación que no se va a dar en el 2022 ni 2023.
Las empresas de la ESS y el movimiento cooperativo internacional tienen su origen en el asociacionismo obrero y la lucha por un mundo mejor. La señora Isabel ilustra el ejemplo de que, a pesar de todo, podemos avanzar hacia el desarrollo. #PorUnCapitalEnManosDelPueblo
Por Juan Pablo de León Murillo
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