Las cooperativas de ahorro y préstamo afiliadas a la Concamex, en estos momentos de incertidumbre económica y social tienen un rol primordial
Conocer a fondo la realidad de sus socios, ha permitido que las cooperativas de ahorro y préstamo de todo el mundo gestionen hoy de manera más efectiva “esta crisis tanto humanitaria como económica inusitada cuyo desenlace nadie puede predecir”, afirma Gerardo Almaguer, presidente y gerente general de Desarrollo Internacional Desjardins (DID), quien destaca además que, a partir de esa comprensión del contexto real de sus socios, ofrecen respuestas más eficaces y mejor adaptadas.
“La crisis actual muestra más que nunca la pertinencia del modelo cooperativo y sus valores, pero es necesario una visión de mediano y largo plazo, siendo al mismo tiempo solidarios con las necesidades de los asociados a corto plazo”, apunta Almaguer, mexicano de origen, socio y colaborador en el Movimiento de cajas populares Desjardins, la mayor Confederación de cooperativas de América del Norte fundada en 1900, en la provincia de Québec, Canadá.
El modelo cooperativo ha demostrado su eficacia y pertinencia durante más de 175 años en todo el mundo, pasando por diferentes crisis y modelos económicos, y a pesar de la evolución de la sociedad, sigue siendo muy relevante y necesario. Por ejemplo, nadie podría imaginar el desarrollo económico de Quebec sin la existencia del Movimiento Desjardins quien juega un papel fundamental en la economía de la provincia, relata el cooperativista mexicano.
Las cooperativas de ahorro y préstamo afiliadas a la Concamex, en estos momentos de incertidumbre económica y social tienen un rol primordial. Sus principios y valores cooperativos se colocan por estos días con mayor intensidad en el centro de las agendas y planes de acción que buscan la recuperación, principalmente de los países menos desarrollados para quienes la pandemia mundial ha causado efectos de proporciones insospechadas.
“La solidaridad y el compromiso con la sociedad serán necesarios ante el contexto de la pandemia y las secuelas de mediano y largo plazo”, enfatiza Gerardo Almaguer, quien dirige los esfuerzos por reforzar al sector de las finanzas inclusivas en países en desarrollo y emergentes de cuatro continentes, incluyendo la región de América Latina.
Las cooperativas de ahorro y préstamo, hoy como nunca, deberían desarrollarse en condiciones favorables, incluyendo el aspecto legislativo en donde aún se tiene un rezago importante, para lograr “desempeñar plenamente su función y su rol, reconociendo de antemano la importancia que las Socaps tienen en las economías regionales”, explica Almaguer, quien desde enero de 2019 encabeza los esfuerzos de uno de los grupos cooperativos de mayor tradición y fuerza en el mundo, que, desde 1970 a través de DID, trabaja por aumentar la autonomía de las poblaciones menos favorecidas, “facilitándoles el acceso a servicios financieros y apoyando el desarrollo de un patrimonio individual y colectivo”.
“Habría que preguntarles a los miles de socios que pudieron gracias a los servicios de su cooperativa, ahorrar y pedir crédito para enviar a sus hijos a la escuela, tener una vivienda más digna, abrir o hacer crecer su negocio, entre otros, la respuesta sería muy seguramente que nada de esto hubiera sido posible sin este excelente instrumento impulsado por los pioneros del cooperativismo en México”, reflexiona Almaguer.
La Confederación de Cooperativas de Ahorro y Préstamo de México (Concamex), “ha demostrado su permanencia a lo largo del tiempo y disfrutan de una presencia nacional muy sólida”, señala Almaguer quien ha trabajado desde Panamá y Colombia para el Movimiento Desjardins. El reto hoy para el cooperativismo de ahorro y préstamo nacional es tener una única e integral visión del sector, concluye Gerardo Almaguer.
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